Rumbo a la Luna

Empecé a escaparme a la biblioteca para usar las computadoras .Muchas veces salía temprano de mi trabajo y podía darme el lujo.
Fue entonces cuando la idea se me incrustó.
Me escribió que estaba muy contento porque seria tío. Cuando pude volví a hablar con el y me contó, como deseaba tener un hijo y que fuese varón para poder jugar con el béisbol. Quería tenerlo joven para así poder ser su amigo cuando creciera. Tony emanaba tanta emoción con un sobrino que no me podía imaginar como seria cuando el momento llegara de saber que el sería papá. Pense en la gran diferencia entre el y mi esposo. Yo tenia dos hijos porque fue prácticamente un trato. El no queria y yo no me casaba si no habia posibilidad de tenerlos. No fue una cosa muy excitante saber que estaba embarazada, es mas me dio miedo, y cuando nació no hubo ese apegamiento instantaneo que muchas mujeres sienten por sus hijos, algunos me han dicho que lo mas probable era que padecí de depresion post parto. Quizas seria porque mi esposo solo estaba cumpliendo con su parte.
¡Guao! me encantaría tener un hijo con un hombre como tu, le escribí
Mientras tanto mi esposo acepto ir con un pastor para que nos aconsejara. Nos compramos unos libros los leímos y tratamos de hacer las cosas que nos decían. Yo todavía queria a mi esposo… pero también quería a Tony.
Para finales de ese año fue cuando Tony me invito a visitarlo y me pagaba el viaje.
No se con que excusa me escape sin mi esposo y sin mis hijos a Venezuela. Esa fue la vez que el encuentro en Maiquetía paso a cámara lenta… ya se los conté en Mayo del 2009.
Lo cierto es que entonces mis amigas ya estaban enteradas de mis enredos y fueron cómplices de la escapada. Lina especialmente, con ella urdí que me iría a la playa por unos días. Me vendría a recoger a la casa y nos íbamos a encontrar con mis amigos del club de Internet en una parte de Altamira. Lina haría nuevas amistades que le hacia falta y claro también se presentaría allí Tony.