Camino sin retorno

A mediados de septiembre Tony llamó para anunciar que lo habían contratado en una empresa alemana que daba servicios a los pozos. Se ausentaría por semanas quizás pero cuando saliera del pozo me llamaría, también estaba en el contrato que debía hablar ingles y que haría un curso intensivo. Tony quería pasar las Navidades con su familia así que al terminar el curso pararía en Florida. Teníamos que conocernos mientras visitaba a su hermana en Melbourne porque los dos nos moríamos por vernos frente a frente.
Tony me llamaba a diario ahora, a veces dos veces para decirme que pensaba en mí o simplemente hablar para chequear como había sido mi día. Teníamos como ESP porque no importaba la hora en la que pensara yo en el, el teléfono sonaba al minuto. Cuando se fue a Oklahoma pensé que perderíamos la comunicación, pero el siempre hábil, lo primero que hizo fue comprarse una tarjeta prepagada y me llamo. Se estaba quedando en casa de una familia americana por las primeras semanas y luego tendría que ir a Texas a terminar. Los cursos eran arrechos y tenían que masticar el ingles rapidito.

Mientras tanto planeábamos como nos íbamos a encontrar, el llegaría a Florida tal día y pasaría un día con su mama, luego se iría a casa de su hermana y pasaría allí otro día, y al día siguiente cuando ella se fuese a trabajar, yo lo buscaría y nos iríamos a comer a algún lugar. El día que llego a Florida me escribió una cosa que me encanto, desafortunadamente, cuando Yahoo cambio sus reglas y dejamos de escribirnos frecuentemente, perdí todos mis tesoros allí. Pero recuerdo que me pare a las 6 de la mañana y allí estaba su email escrito tarde la noche anterior. Decía algo como: "Ira no se exactamente lo que va a pasar entre nosotros, solo quiero conocer a la mujer que me ha cautivado, aunque no seas para mi, te admiro por tu corazón y tu fortaleza. Ahora estoy aquí y me pregunto que estarás haciendo, si podrás ver esta misma luna que veo yo, pero quiero que recuerdes cuando la veas que hay una persona que esta pensando en ti. TQQJ" ¿Que cursi no? Ustedes piensen lo que quieran, pero a mi me fascino de sobremanera, lo que no entendí fue esas letras al final que me tuvo que traducir y que se han quedado como parte de mi lingo; Te Quiero Que Jode junto a otra que me pareció muy cómica cuando me lo dijo... que yo le bajaba las medias jajaja.
Cuando llego a Melbourne me escribió de nuevo como llegar a recogerlo:
"vas a cruzar a la izquierda y le darás la vuelta al complejo, hasta que llegues al final. El edificio estará al lado derecho y el apartamento esta en el segundo piso, y allí estaré yo esperándote afuera. El tonto que se ha enamorado de ti sin conocerte, tu amante lejano"
Ese día mientras manejaba a 120 millas por hora hacia ese pueblo, pensaba en la locura que estaba haciendo, me podía matar en el camino...me podía matar él, podía ser un loco... ¡no! era una persona espectacular. Lo recogería nos iríamos a un mall a comer y a hablar unas 3 horas y luego yo regresaría volando a casa antes de que mis esposo llegara del trabajo. No iba a tener tiempo de pasar por el Outlet que era supuestamente mi destino. Mientras hablábamos en el camino, me dijo que pensaba mejor cocinarme un almuerzo... ¡jm! seguuuuro, este lo que quiere es otra cosa. Y ¿que tal si me echaba los perros?, ¿si lo único que quisiese fuese acostarse conmigo para solamente experimentar lo que habíamos hablado o chateado? me dije que no importaba, que si me buscaba se lo daría, porque si, porque yo quería saber como era este hombre que me hacia vibrar solo con oírlo. Porque yo quería estar en vivo con un venezolano.

Tuve que manejar 3 horas para llegar allá, me pidió que lo llamara cuando saliera de la autopista y lo hice. No estaba muy lejos de allí. Llegue con mi Suburbana al final del estacionamiento, y allí estaba el esperándome afuera en el balcón del edificio como me había dicho. Llevaba unos pantalones kakis y una camisa manga larga azul de lino. Cuando pare, el bajo las escaleras llego al carro cuando yo salía de el.
-Hola ¡Mi reina! y me abrazo fuerte y con tanta dulzura.
- Hola
Nos vimos a la cara y me dio un pequeño beso en los labios. Y luego otro más profundo. Tambien eso me lo había prometido. Me voltee y saqué mi cartera y una hallaca que había hecho unos días antes, la llevaba en una cesta (eso si que fue una ridiculez) el la tomo y empezamos a caminar hacia las escaleras, con su mano en mi cintura como si lo hubiésemos hecho muchas veces antes y empezamos a subir hacia el apartamento.