No solíamos hacer muchas mejoras en nuestro hogar, una de las últimas solo la acepte porque me dio tanta rabia con el sistema de la competencia, que acepte el deseo del esposo de comprar la suburbana, si no me daban tantas largas. Eso era casi como comprar otra casa. El techo necesitaba reparación, la cocina y los baños... (Aun necesitan renovación) el piso estaba mal... pero "necesitábamos" la suburbana y el próximo gasto seria una computadora.
Al principio como todo juguete, nos intoxicamos con la net, de una pagina se saltaba a otra con otra información interesante, y luego a otra y a otra, tantas cosas que aprender, tantas cosas que leer.
La única regla era no entrar en chats. Pero reglas así me provocan mas, por eso un día entre en Latinchat. En la sala de Venezolanos, podía oir (OK leer) mi lingo, la gente que en ese tiempo eran mayores, no una pila de carajitos como ahora, hablaban de cosas familiares para mi, los sitios, las costumbres, y los inmigrantes y sus experiencias. Era tan chévere estar allí y compartir con esas personas. A mi esposo le dio el yeyo cuando vio que yo entraba al chat pero yo le explique que era mi punto de conexión, mi única conexión. Hice muchas amistades que aun conservo, amistades en todas partes del mundo.
No se si fue allí mismo que alguien me propuso tener un ciber...........cibersexo. O quizás por curiosidad me metí en una sala xx. Lo cierto fue que me convertí en toda una adicta sexual, yo quería saber como hacían el amor los hombres latinos y los españoles que siempre me produjeron tanto queso imaginario. Me convertí en Sasha o Natasha y era muy solicitada. Una vez hasta me hackearon la pc solo para que yo fuese la ciberamante del hacker jajaja. Era un bruto, muy violento y controlador... mi peor temor era que de verdad me dañase el disco duro jajaja... se llamaba Luis y era de Méjico, y sabia todos mis movimientos y mis contenidos de la pc. Definitivamente, el chat fue mi perdición. Adán me dio el medio y yo comí de la fruta.
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